sábado, 11 de abril de 2009

Reflexiones...

Querido Alfonso:
Nunca escarmentarás...
Te tengo dicho que no siempre tienes que ser la persona a la que más quiere todo el mundo...
Que te quieran “más que a nadie” ocurre muy pocas veces, con muy pocas personas, durante breves períodos de tiempo...
Plantéate qué te ocurre... Por qué esa necesidad de afecto... O... tal vez no sea tanto el afecto, como la valoración, lo que buscas en la gente...
Te regalas, mi querido Alfonso... y lo regalado no tiene valor...
No esperas a que pujen por ti... Te das sin más...
Parece mentira... ¿No recuerdas lo que tu padre te enseñó?
Por ejemplo, los favores solo se tienen en cuenta si el receptor de dicho favor te lo ha pedido de forma expresa... Si, por el contrario, has sido tú el que lo ha ofrecido... Olvídate de agradecimiento, y más aún de retribución...
El ser humano no entiende lo gratuito, no entiende lo generoso, no comprende lo altruista... Hazte de rogar, y el mundo estará en tus manos...

3 comentarios:

  1. No se si sirve de algo, pero sin duda creo que en cierta medida puedo aplicarme lo que has escrito. De todos modos, tengo claro que todo el mundo busca reconocimiento, busca agradar, busca hacerse notar. Incluso los que van de indiferentes (y ellos mismos lo creen) en el fondo buscan con su indiferencia ser atractivos, en cuanto a atención se refiere, y crearse una especie de aura misteriosa. Yo he decidido no pelearme demasiado conmigo mismo y empezar a aceptarme. Pero eso no quiere decir que no luche por cambiar las cosas que no me gustan de mí, eso sería rendirme. Hay que encontrar el equilibrio entre ambas cosas

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo...
    Quizá lo más adecuado sería guiarnos por un referente que fuera nuestro propio "superyó", es decir, el desarrollo máximo de nuestras capacidades individuales, evitando la comparativa...

    ResponderEliminar
  3. pero tú mismo sabes que tu entrega no es generosa, de serlo no te frustraría; tu entrega es fruto del egoísmo exhacerbado de quien cree que es la forma idónea de conseguir amor, amor que tampoco podría ser entonces desinteresado, ni altruista, ni libre, ni escogido (y ese vicio, esa concepción errónea, ese eterno talón de cheques sin fondos que nunca cobramos del todo es un mal extendido en el que me incluyo, como a tantos otros).

    no te culpes por ser como eres, no te culpes por querer, no cuestiones cada acto hecho o no hecho, no preveas cada consecuencia habida o por haber. mejorar siempre, pero no a cualquier precio.
    ser "perfecto" no vale tu felicidad.

    ResponderEliminar