jueves, 9 de abril de 2009

Carta a una amiga.

Querida amiga:
¿Qué nos ha pasado?
Te he querido tanto... has sido tan importante para mí...
Me has acompañado durante tantos años en mi errante peregrinar...
Siempre te he dado un sitio... siempre he querido que estuvieras conmigo, y conmigo siempre tuviste un lugar...
No sabría decir lo que ha cambiado... Sólo sé decirte que “algo” ha cambiado...

Eres la única amiga que ha tenido un tono de llamada distinto al de los demás en mi teléfono...
Parece un comentario un poco tonto, pero denota la diferencia de consideración, trato y cariño... un cariño que siempre te he profesado de manera incondicional...

No me gusta lo que tenemos, mi querida amiga.
No me gusta mirarme en tus ojos, porque no me gusta lo que de mí se refleja en ellos...
No me gustan tus palabras... me hieren...
No encuentro en ti el calor que necesito...

Yo necesito cariño, dulzura... necesito besos... necesito abrazos... necesito que me digan que me quieren... que nunca voy a estar solo...
Necesito personas en mi vida que me hagan soñar, y que me digan que esos sueños son posibles...
No necesito personas que me corten las alas... bastante rotas las tengo de por sí...

Mi querida amiga... me gustaría querer llamarte... me gustaría encontrar en ti lo que quizá nunca encontré....
Me pregunto si has sido tú quien ha cambiado... o si habré sido yo... o si, tal vez, ha sido nuestro vínculo...
Me pregunto si, simplemente, somos lo que hemos sido siempre... si nuestro vínculo sigue tal cual era y es ahora cuando he visto lo que hay...
Lo único que sé es que “hoy” no quiero lo que tú me das. Quiero mucho más. Me merezco mucho más...
Te quiero, mi querida amiga... te quiero mucho... formas parte de mis raíces y de quien soy...
Espero que este tiempo repare lo roto, sane lo herido...
Espero poder ubicarte de nuevo, darte un lugar...
Ojalá en nuestro reencuentro sepamos entender del otro lo que no entendemos hoy...

1 comentario:

  1. que grande eres. eres como...como un escritor encerrado en la mente de un poeta, encerrada en el cuerpo de un psicologo. me ha gustado mucho, y sea a quien sea la persona hacia quien va la carta seguro que hace que se replantee muchas cosas

    ResponderEliminar